La mayoría de aerolíneas, ya sean convencionales o de bajo coste, han establecido un peso máximo para el equipaje facturado. Las maletas que van a facturarse deben pasar previamente por el mostrador de facturación que pone cada aerolínea en el aeropuerto, donde nos pesarán la maleta o maletas que llevemos. Si su peso es mayor del peso máximo establecido, entonces nos cobrarán un recargo adicional por cada kilo de más.
